Aún a riesgo de parecer un llorón, está claro que mayo no está siendo mi mes. Entre que parece que los virus han decidido quedarse a vivir permanentemente en mi cuerpo y problemas de última hora en el trabajo que parece que podrían hacer peligrar mis vacaciones, estoy que ni ganas tengo de meterme en la cocina. Sobre todo, porque todo esto, en vez de cerrarme el estómago, me ha despertado un hambre de lobo que hace que corra el riesgo de no dejar ni miga de cualquier cosa que haga, y como que tampoco es plan de cebarme.
Por eso, esta semana vuelvo a dejar de lado los dulces hipercalóricos y os traigo la receta de otro pan sencillísimo de hacer y que no necesita ni de amasado ni de levados. El "soda bread" o pan de soda es un tipo de pan en el que el bicarbonato sódico sustituye a la levadura como agente leudante. Otro de sus ingredientes principales es el buttermilk, siendo la reacción química que se produce entre éste y el bicarbonato sódico lo que hace que el pan crezca. Esto hace que sea un pan muy rápido de preparar, ya que nos evitamos tener que esperar los tiempos de levado que requieren las masas con levadura.