Aunque por el tiempo que está haciendo últimamente pueda parecer que seguimos en verano, ya llevamos un mes de otoño y el invierno (y las navidades) se acercan peligrosamente. Pero antes de que toque montar el árbol y el belén, tenemos otra fiesta que celebrar, y por tanto, otra ocasión para ponernos ciegos a dulces: ¡¡Halloween!!
Si fuésemos niños americanos, nos recorreríamos disfrazados todas las casas del vecindario para conseguir un buen botín de chucherías y caramelos. El problema es que como no lo somos (ni niños, ni americanos), si nos recorremos todo el bloque pidiendo dulces a nuestros vecinos lo más probable es que nos manden a pedir a nuestra puñetera casa y/o llamen a la policía porque un zumbado con la careta de Freddy Krueger no deja de dar por saco pidiendo chocolatinas.
Por eso, os traigo tres recetas que, aparte de ser perfectas para cualquier fiesta de Halloween que organicéis, tienen que ver de una forma u otra con uno de los ingredientes estrellas de esta época del año, la calabaza. El menú incluye un cheesecake de calabaza decorado con una telaraña de chocolate, cupcakes especiados de calabaza decorados con pipas de calabaza tostadas y pequeñas calabazas de fondant y, por si no os gusta esta verdura que empieza por C y que he escrito ya como 1000 veces, tenemos unos cakepops de vainilla con forma de las calabazas talladas típicas de esta fiesta (Jack-o'lantern).