Puede que la cocina norteamericana no sea la mejor ni la que más (o mejor) fama tiene, pero hay que reconocerles que en cuestión de dulces saben lo que hacen, y si no, no hay más que pensar en brownies, whoopie pies, red velvet cakes y un largo etcétera para darnos cuenta que en cuestiones de repostería sí hay que tenerles en cuenta.
Uno de estos dulces típicos son los s'mores, sandwich de galleta relleno de chocolate y una nube (marshmallow) ligeramente tostada. Las primeras referencias a este postre aparecen en los manuales de supervivencia de las Girl Scouts en las primeras décadas del siglo XX, y se solía tomar por las noches alrededor del fuego del campamento.
Obviamente, como no nos vamos a poner a preparar una fogata en medio de nuestro salón (a menos que tengáis tendencias pirómanas y os apetezca jugar con fuego, literal y figuradamente), la receta está adaptada en formato cupcake para que todos os podáis sentir como pequeños exploradores sin necesidad de tener que acabar llamando a los bomberos.