Helado de vainilla y honeycomb

    Toc, toc, ¿hay alguien ahí? Sé que después de tantos meses sin publicar quizá ahora que llega el verano no sea el mejor momento para volver, pero no podía dejar de compartir esta receta porque... MADRE MÍA.

     En estos últimos meses, y puede ser que debido a la sobredosis de azúcar sufrida por zamparme todas las recetas anteriores, no he horneado (ni gocheado) tanto como acostumbraba y de ahí la falta de actualizaciones. Pero ahora que parece que el calor ha llegado para quedarse, no he tenido más remedio que estrenar la heladera que me regalaron el verano pasado y que tenía desde entonces muerta de risa en la caja. Lo malo es que, después de probarla y comprobar lo fácil que es hacer un helado casero igual o mejor que el de cualquier heladería, quiero hacer otras cuarenta mil recetas distintas, lo cual le viene fatal a mi intento de operación bikini.

    Como era la primera vez que lo hacía, y no estaba demasiado seguro de si iba a salir con el empleo, decidí empezar con algo sencillito, así que opté por un helado clásico de vainilla de los de toda la vida al que luego añadí unos trocitos de honeycomb, que es una especie de toffee de textura crujiente y ligera.

    La receta se puede preparar tanto si tenéis heladera como si no, pero en ese caso id preparando el brazo porque vais a tener que hacer un poquito de ejercicio.

Jaffa cakes de naranja sanguina

     No sé cómo lo hago, pero entre unas cosas y otras, nunca encuentro ocasión para actualizar el blog. Y claro, ahora me encuentro con que tengo un montón de recetas hechas y no sé por cuál decidirme. En principio tenía pensando publicar unos "danish" de frambuesa, pero teniendo en cuenta que la receta es bastante laboriosa, y que no tengo demasiado tiempo para escribir la entrada, al final me he decidido por estos Jaffa cakes de naranja sanguina, que son bastante más sencillos y rápidos de preparar y están igual de buenos.

     Y diréis, ¿y qué son los Jaffa cakes? ¿Una galleta? ¿Un bizcocho? Yo había oído/leído hablar de ellos en varios sitios, pero hasta que no los he hecho, tampoco tenía muy claro exactamente qué eran. Pues bien, los Jaffa cakes son unos dulces típicos del Reino Unido que consisten en una base de bizcocho genovés con un disco de gelatina encima (los clásicos son de naranja, pero también los hay de otros sabores como frutos del bosque o lima) y cubierto por una capa de chocolate.

      Con tanto componente puede parecer que sea algo complicado, pero la verdad es que no se tarda nada en prepararlos. La gelatina se puede preparar el día antes y dejarla reposar toda la noche en la nevera y en preparar las bases de bizcocho no se tarda más de media hora. En este caso, la receta se hace con naranjas sanguinas, pero no os preocupéis, porque si no las encontráis podéis utilizar naranjas normales. Y dicho ésto, manos a la obra.

Pudding de gofres y whisky

     ¿Os habéis quedado con ganas de más gofres después de leer la anterior receta? ¿Habéis salido corriendo a compraros una gofrera porque no podíais pasar ni un minuto más sin ella? Si la respuesta a las dos preguntas es sí, esta es la receta que tenéis que preparar inmediatamente. Si os habéis quedado con ganas de más gofres pero no tenéis gofrera, no os preocupéis, porque esta receta también se puede preparar con gofres comprados en el supermercado, con lo que os ahorraréis bastante tiempo.

Gofres belgas

     Tardo un poco más en publicar un nueva entrada y casi tengo que felicitaros el 2016, pero es que entre las últimas semanas de trabajo antes de terminar el año, las megavacaciones de Navidad que he tenido, viajes varios y algo de vida social, no encontraba nunca el momento para ponerme a escribir. Pero por desgracia, todo eso no ha impedido que durante este tiempo haga (y coma) más dulces de la cuenta, así que qué mejor que retomar el blog con la receta con la que estrené uno de mis regalos de Reyes: ¡una gofrera!

     Después de probar alguna que otra receta no del todo exitosa, y tras mucho buscar por Internet, di con ésta con la que se consiguen unos gofres lo más parecidos a los típicos gofres belgas. Vamos, que si cierras los ojos mientras te los zampas parece que estás paseando por Bruselas. El secreto es que se hacen con azúcar perlado, ingrediente que se puede conseguir en tiendas especializadas o incluso hacerlo en casa, aunque para eso hay que armarse de paciencia.

     Con las cantidades de la receta salen aproximadamente unos 12 gofres. Lo recomendable es no comérselos todos de golpe ( o sí ), así que los que os sobren podéis congelarlos individualmente envolviéndolos en papel film. Cuando queráis comerlos, bastará con dejarlos descongelar y luego calentarlos en el horno durante unos 10 minutos a 120ºC.