Whoopie pies de chocolate y lima

     ¿ Es una galleta? ¿Un pastel? No, es un ¡whoopie pie!

     Este dulce, originario de Estados Unidos y considerado un pastel por unos y una galleta tipo sándwich por otros, consiste en dos mitades de galleta abizcochada con un relleno cremoso en su interior. Aunque su origen no está del todo claro, parece ser que fue un invento de los amish, quienes utilizaban los restos de la masa de los bizcochos para prepararlos. Se dice que el nombre proviene de la exclamación de sorpresa (whoopie!) que soltaban los niños (y los no tan niños) cuando se encontraban estos dulces en sus tarteras. Y no me extraña que lo hicieran, porque están DE MUERTE.

    La receta original consistía en dos mitades de galleta/bizcocho de chocolate rellenas con una crema de nubes. En la actualidad, hay infinitas combinaciones y libros enteros dedicados en exclusiva a ellos y es de uno de éstos de dónde he sacado la receta que hoy os traigo. Aunque las galletas siguen siendo de chocolate, el relleno no es el tradicional, sino que van rellenas de una crema de queso y lima y cubiertos por un glaseado de chocolate.

Whoopie pies de chocolate y lima

Fuente: Whoopie pies 30 recipes for treats for every occasion

Ingredientes (para 10 whoopie pies)

Masa:

- 220g de harina

- 1 cucharadita de bicarbonato sódico

- 22g de cacao en polvo (sin azúcar)

- Una pizca grande de sal

- 114g de mantequilla

- 169g de azúcar blanco

- 1 huevo grande, batido

- 1 cucharadita de extracto de vainilla

- 4 cucharadas de crema agria o nata fresca

- 3 cucharadas de leche

Glaseado de chocolate:

- 85g de chocolate de cobertura

- 57 g de mantequilla sin sal

Crema de queso y lima:

- 174g de queso de untar

- 71g de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente

- Zumo y ralladura de una lima

- 125g de azúcar glas o icing sugar, tamizado

- Precalentamos el horno a 180ºC. Preparamos 2-3 bandejas de galletas cubriéndolas con papel de horno.

- Tamizar la harina, el bicarbonato, el cacao y la sal. Reservar.

- En un bol, batimos la mantequilla y el azúcar hasta que la mezcla esté pálida y esponjosa. Añadimos los huevos y el extracto de vainilla. Incoporamos la mitad de la mezcla de la harina seguida de la crema agria y la leche. Terminamos añadiendo el resto de la harina y mezclando hasta que esté todo incorporado.

- Con ayuda de una manga pastelera o con una cuchara formamos montoncitos de masa sobre las bandejas que tenemos preparadas con el papel de horno, dejando bastante espacio entre ellas ya que en el horno se van a extender. A mí me resulta más fácil formar los montones con una cuchara pequeña de helado, y además así me aseguro de que todas las galletas tienen más o menos la misma cantidad.

- Hornear las bandejas de una en una durante 10-12 minutos o hasta que hayan subido y estén firmes al tacto. Dejar enfriar en las bandejas durante 5 minutos y después pasarlas a una rejilla hasta que se enfríen por completo.

- Para el glaseado, derretimos el chocolate y la mantequilla al baño maría, removiendo de vez en cuando. Retiramos del fuego y dejamos enfriar 20 minutos, removiéndolo de vez en cuando.

- Para el relleno comenzamos batiendo la mantequilla con el azúcar glas. Una vez esté más o menos incorporado añadimos el queso y continuamos batiendo hasta que esté bien integrado y la mezcla haya aumentado de volumen. Añadimos el zumo y la ralladura y batimos un poco más para que se incorpore. Hay que tener cuidado de no sobrebatir esta crema, porque si nos pasamos quedará líquida.

- Para montar los whoopie pies, extendemos la crema sobre la cara plana de una de las galletas (yo utilizo manga pastelera para rellenarlos, aunque se puede extender con una cuchara) y cubrimos con otra mitad. Con cuidado, bañamos la mita de cada whoopie pie en el glaseado de chocolate y los colocamos sobre una rejilla con una bandeja debajo. Refrigeramos durante 20 minutos hasta que el glaseado se haya endurecido.

 

    Como véis, se trata de una receta muy rápida y sencilla así que espero que os animéis a hacerla. Y que me lo contéis luego, claro.

 

¡Hasta la próxima receta!