lunes, 16 de junio de 2014

Mini croissants rápidos


     Después de que el otro día casi muriese asado a cuenta del calor y el horno, me propuse no volver a encenderlo hasta que volviese a hacer unas temperaturas soportables. Pero claro, a mí estos propósitos me duran lo mismo que los de Año Nuevo, así que ¿qué hice al día siguiente? Exacto, pasarme toda la mañana al lado del horno encendido. Y como sólo con eso no tenía suficiente ¿qué me puse a (intentar) hacer? Croissants.

    Se ve que me va la marcha, y como no había tenido bastante con el desastre que fue el intentar prepararlos la vez anterior, ni corto ni perezoso me puse a ello. Lo bueno es que esta vez, como ya tenía experiencia previa y sabía que las probabilidades de que la cosa se fastidiase a mitad de receta eran bastantes altas, me busqué otra receta que no necesitase de mil horas de preparación y con la que, si no me salía, no perdiese todo el día.

    Esa receta es esta masa rápida de croissants, que aunque también requiere reposos y giros, no es tan laboriosa de preparar como la receta clásica. La preparación es similar a la de la masa de los banoffe cream horns, con la diferencia de que en esta masa añadiremos levadura seca, ya que necesitamos que los croissants leven. El resultado que se consigue no está mal, aunque claro, no es lo mismo que si los hicieramos con la masa en condiciones. Pero bueno, dan bastante el pego y para un antojo son suficiente.



Mini croissants





Ingredientes (12 mini croissants)


- 60ml de leche, tibia
- 65ml de agua, tibia
- 125g de harina
- 125g de harina de fuerza
- 6g de levadura seca de panadero
- 30g de azúcar
- 1/2 cucharadita de sal
- 150g de mantequilla sin sal, fría y cortada en dados


- Ponemos la leche, el agua y la levadura en un bol y mezclamos. Reservamos

- En el vaso picador de la batidora ponemos las harinas, el azúcar y la sal y mezclamos. Añadimos la mantequilla y pulsamos hasta conseguir que la mantequilla esté en trozos pequeños.

- Vertemos en el bol con los ingredientes líquidos y con ayuda de una espátula de silicona, vamos incorporándolos, humedeciéndolo todo e intentando no deshacer la mantequilla. Una vez está todo más o menos combinado, vertemos sobre la superficie de trabajo  y amasamos ligeramente hasta conseguir una bola de masa uniforme (no debemos pasarnos con el amasado o con el calor de las manos la mantequilla se derretirá).

- Ponemos la masa en el bol, cubrimos con papel film y dejamos reposar en la nevera durante unas horas.

- Tras las horas de reposo, sacamos la masa de la nevera y la extendemos sobre una superficie enharinada hasta conseguir un rectángulo de aproximadamente 20x40cm. Doblamos la masa en tercios. Para ello llevamos uno de los lados cortos del rectángulo hasta el centro y cubrimos con la parte superior de la masa (el otro lado corto del rectángulo), retirando con una brocha el exceso de harina. Este es el primer giro.

- Giramos la masa 90º, de manera que ahora las dobleces están en posición vertical. Repetimos el estirado y el doblado otras dos veces más, realizando un total de 3 giros. Envolvemos en papel film y dejamos reposar toda la noche en la nevera (8-10 horas).

- Extendemos la masa sobre una superficie enharinada, formando un rectángulo de aproximadamente 25x40cm. Cortamos triángulos de aproximadamente 8cm de longitud en la base  y una altura desde la base a la punta de 10cm. Podéis hacerlo a ojo o ayudaros de una plantilla hecha con un trozo de cartón o cartulina (con esas medidas me salieron 12 mini croissants).

- Una vez cortados los triangulos hacemos un pequeño corte en el centro de la base de cada uno de ellos. Para dar forma al croissant, estiramos con cuidado cada triángulo, tirando ligeramente desde la punta. Comenzamos enrollando desde la base y terminamos de manera que la punta del triángulo quede en la parte inferior. Podemos dejarlos así o darles forma ligeramente curvada.

- Colocamos sobre una bandeja cubierta con papel de horno, dejando separación entre ellos. Cubrimos con papel film y dejamos reposar en un lugar cálido hasta que hayan doblado su tamaño (yo los dejé durante 2 horas y puede que hubiesen necesitado un poco más, así que tengo que seguir experimentando).

- Precalentamos el horno a 180ºC.

- Una vez han doblado su tamaño, pincelamos con huevo batido con una pizca de sal y horneamos durante 20-25 minutos. Dejamos enfriar sobre una rejilla.






     El laminado que conseguí no fue todo lo bueno que me hubiera gustado (sí lo fue cuando usé esta misma masa para preparar unos cronuts), así que tendré que seguir practicando a ver si encuentro donde está el fallo.

    Y ahora sí que sí, después de estos croissants, los hornos permanecerán apagados durante unas semanas, y no porque me haya dado cuenta de que no me compensa deshidratarme cada vez que me pongo a cocinar, si no porque toca colgar el cartel de "CERRADO POR VACACIONES".

¡ Hasta la próxima receta!

2 comentarios:

  1. Dicen por casa al verlos que tienen mejor pinta que los de muchas pastelerías de Madrid ;)

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    1. Ooooh, ¡muchas gracias! Os habéis ganado una cesta para la próxima ;)

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